Para muchos vecinos, Rengo ha cambiado en el último tiempo. Y no solo en obras o inversión, sino también en algo más notorio: el modo en que se gobierna. Hoy, aseguran, ya no hay gritos ni prepotencia, y el diálogo volvió a ser parte de la relación entre el municipio y la comunidad.
Así lo reflejan distintos hitos del primer año de gestión municipal, marcado por un giro en el clima interno y externo de la administración. El municipio fue recibido con 25 tutelas laborales, un escenario complejo que evidenciaba una gestión anterior tensa y conflictiva. Hoy, ese panorama es totalmente distinto.
«Cuando llegamos, nos encontramos con un municipio quebrado en lo humano. Hoy podemos decir con tranquilidad que no tenemos denuncias laborales, porque cambiamos la forma de relacionarnos, con respeto y diálogo», cuenta el alcalde Enrique Del Barrio.
Ese cambio de tono también se ha reflejado en el despliegue territorial. Uno de los avances más visibles ha sido la instalación progresiva de luminarias LED en sectores urbanos y rurales, con el objetivo de alcanzar el 100% de cobertura, mejorando seguridad y calidad de vida.
En el ámbito productivo y cultural, la Vendimia volvió a posicionarse como la gran fiesta comunal, esta vez con un enfoque austero y participativo. Con menos gasto municipal, pero mayor protagonismo local, los productores lograron ventas por más de 500 millones de pesos, impulsadas por una asistencia histórica.
«Queríamos una Vendimia con identidad, donde los beneficios quedaran en la comuna. Y eso se logró gracias al trabajo conjunto con nuestros productores», destacó el alcalde.
La gestión también apostó por fortalecer el equipamiento municipal. Más de 387 millones de pesos fueron invertidos en maquinaria pesada y especializada, lo que permitió reducir costos de arriendo y responder de manera más rápida y eficiente a las demandas vecinales. A ello se sumó la incorporación de barredoras municipales, mejorando el aseo y la mantención de los espacios públicos.
En infraestructura vial, se ejecutó un programa de bacheo histórico y extendido, abordando sectores que llevaban años sin intervención. En seguridad, el municipio dio un giro relevante: hoy el 100% de las cámaras de vigilancia están operativas, dejando atrás un sistema heredado que funcionaba solo en un 40%.
«La seguridad no se mejora con discursos, se mejora con gestión. Hoy las cámaras funcionan y estamos trabajando coordinadamente con la PDI, Carabineros y los vecinos», afirmó Del Barrio. Ese trabajo colaborativo incluyó la entrega de un vehículo a la Policía de Investigaciones, y se aumentó el número de efectivos de seguridad pública, de 4 a 17, reforzando el combate contra el delito. Además, se están recuperando áreas verdes y plazas, porque la recuperación de espacios públicos también es más seguridad y prevención.
El cambio también se percibe en la atención municipal. Rengo pasó del tramo 3 al tramo 1 en evaluación de atención a usuarios, reflejando un trato más cordial y respetuoso que se ha reflejado en las audiencias públicas del propio alcalde con los vecinos. Otros avances relevantes incluyen la entrega definitiva de recorridos a colectiveros, la habilitación de una sala de contención emocional para funcionarios en el marco de la Ley Karin, la recuperación del ELEAM para una gestión directa y digna de los adultos mayores, y la implementación del sistema de licencia de conducir en un día, posicionando a Rengo como pionero regional.
En educación, se intervinieron establecimientos que por años estuvieron en malas condiciones, retirando asbesto, reparando techumbres y dignificando salas. A ello se sumó una experiencia inédita para muchos estudiantes: viajes a la nieve durante el invierno.
La identidad comunal también fue protagonista durante el Mes del Patrimonio, con placas conmemorativas, intervenciones teatrales, tours patrimoniales y la apertura de espacios históricos nunca antes disponibles. En septiembre, Rengo se consolidó como La Fonda de la Región, recibiendo a más de 60 mil personas en una celebración ordenada y segura. Cientos de familias participaron además en la cicletada comunal, fortaleciendo espacios de recreación y vida sana, mientras avanzan los trabajos de recuperación del Teatro Municipal, cuyo hall hoy ya alberga exposiciones y talleres.
«Nada de esto tendría sentido si la gente no confiara. Este año ha sido, sobre todo, un año de reencuentro con los vecinos», recalcó Del Barrio.
A un año de gestión, el mensaje que se repite es claro: Rengo cambió, y ese cambio se nota. No solo en obras o cifras, sino en la forma de hacer municipio. «Gracias a cada vecino y vecina por confiar. Esto recién comienza y lo que viene lo vamos a construir juntos», concluyó el alcalde.
